martes, 8 de julio de 2008

El poder de la palabra

La fe natural se hace presente en la vida de la mayoría de las personas y usted ciertamente tiene la capacidad de creer.

La fe bíblica, que mueve montañas, tiene que dirigirse debidamente en dirección a Dios, a través de Cristo Jesús, su Hijo.

Puede ocurrir, sin embargo, que tú no estés obteniendo una adecuada retribución a tus convicciones por haber dejado de lado otro elemento fundamental: la declaración de tu fe.

Además de creer en el éxito, es necesario reafirmar la victoria. No permitas que tus labios hablen de derrota, de dudas o de cosas negativas.

En todo muestra confianza en Dios y por todo agradécele a El, antes incluso de recibir lo que deseas.

“Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”.
Romanos 10:10